Toda empresa necesita que alguien tome el control, oriente a los equipos, organice las estrategias y tome las decisiones necesarias. En definitiva, toda organización necesita una persona que tome las riendas, que guie las operaciones hacia un fin y se asegure del buen funcionamiento de la compañía.
Como cualquier puesto de trabajo, los directores deben tener unas habilidades y competencias que les permitan desarrollar su labor correctamente. Según el informe “Approaching The Future 2024″, elaborado por Corporate Excellence, el liderazgo consciente guiado por el propósito es el principal objetivo de los profesionales.
¿Qué son las habilidades directivas?
Las habilidades directivas son las destrezas y competencias que debe tener un directivo para llevar a cabo de manera adecuada cualquier tarea vinculada con la dirección y el liderazgo en una organización. Contar con estos conocimientos es esencial para lograr exitosamente tanto los objetivos y metas personales, como los de la empresa.
Las empresas demandan cada vez más personal cualificado para este puesto, y es que, un buen director debe tener claras las metas que quiere alcanzar y los pasos a seguir para conseguirlo, teniendo las habilidades directivas fundamentales. Debe dominar las técnicas empresariales y tener una visión global del mercado.
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Habilidades directivas esenciales
Las habilidades directivas son fundamentales para las empresas. Las soft skills y las habilidades directivas se valoran muy positivamente a la hora de entrar en una organización. Tener estas habilidades permite que las personas desarrollen un crecimiento profesional, personal y en equipo.
Existen muchos tipos de habilidades para la dirección, como la capacidad de comunicación, la motivación o el liderazgo. Aquí conocerás las más importantes aplicadas a la empresa:
Resolver problemas
En todas las empresas, es muy normal que surjan problemas internos o externos. Como director debes ser capaz de dar las soluciones necesarias de manera eficaz y rápida, manteniendo la firmeza y tomando las decisiones correctas. Para ello, el primer paso es lograr identificar los problemas, analizar por qué surgen e implementar las soluciones que se necesiten. El enfoque para resolver los problemas se basa en el análisis crítico, la toma de decisiones apoyadas en datos y evidencias, la creatividad y el seguimiento de los resultados.
Ser organizado y productivo
La organización es clave para la gestión eficaz de cualquier equipo o proyecto. Un buen director debe ser capaz de planificar y organizar, estableciendo objetivos claros y desarrollando planes detallados para alcanzarlos; priorizar tareas identificando las más importantes y urgentes para concentrarse en ellas primero; gestionar el tiempo; distribuir su tiempo de manera eficiente entre diferentes responsabilidades y evitar distracciones; tener control de los recursos, utilizando los que estén disponibles de la mejor manera.
Tener inteligencia emocional
La inteligencia emocional es muy importante para poder entender y utilizar tus propias emociones y las de los demás. Esta es una habilidad directiva que todo líder debería tener. La inteligencia emocional te permite empatizar con el equipo, comunicarte correctamente y lograr que se expresen los sentimientos y las emociones en el entorno de trabajo de manera profesional. Con una inteligencia emocional desarrollada, el director puede enfrentarse a momentos de dificultad gestionando las emociones.
Gestionar objetivos
La capacidad de gestionar objetivos es esencial para asegurar que el equipo esté alineado y trabajando hacia las mismas metas. Lo más importante es definir objetivos específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales (SMART). A continuación, se deben establecer planes detallados para cumplir esos objetivos. Finalmente, es importante realizar un seguimiento del progreso y encajar las estrategias, según sea conveniente para asegurar el éxito. Al mismo tiempo que se mantiene al equipo motivado y centrado en los objetivos.
Tener comunicación
Otra habilidad directiva importante es la comunicación. Una comunicación efectiva con el equipo y los distintos departamentos es la base de una buena dirección. Los directores deben tener una escucha activa y estar al tanto de las opiniones de los empleados, entendiendo y respondiendo adecuadamente.
Además, una buena comunicación incluye transmitir ideas y decisiones de manera clara y directa, proporcionando comentarios constructivos para mejorar el equipo.
Saber delegar
La delegación efectiva es una habilidad directiva clave que permite a los directores optimizar el uso de los recursos humanos y concentrarse en tareas estratégicas. Para saber delegar eficazmente es importante hacer un estudio previo para conocer las oportunidades, fortalezas, debilidades y amenazas para la empresa, y entre los distintos equipos que la componen. El proceso de delegar incluye la identificación de las tareas delegables para asignarlas a otros miembros del equipo, seleccionando a la persona adecuada para cada tarea. Basándose en sus habilidades y asegurando que la persona entienda completamente lo que se espera de ella.
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