Según un informe realizado por Iberinform, la constitución de nuevas empresas creció un 9,5% en enero de 2024 en comparación con el mismo mes del año anterior.
Es por ello, que cada vez más, la anticipación a los fallos y riesgos es una habilidad que deben llevar a cabo las empresas mediante un plan de gestión de riesgos.
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¿Qué es la gestión de riesgos?
La gestión de riesgos o risk management consiste en distinguir, estudiar y solucionar distintos tipos de riesgos que podrían darse en un proyecto. En el mundo empresarial, un riesgo es cualquier situación que pueda tener un efecto negativo en el éxito del proyecto o que retrase el desarrollo de este, modificando la calendarización establecida o los recursos destinados.
El plan de gestión de riesgos se debe crear durante la fase de planificación del proyecto. De esta manera, se pueden distinguir los riesgos potenciales y controlarlos desde el principio. Así, estarás alerta a esos factores de riesgo antes de que se conviertan en problemas reales.
Existen distintos tipos de riesgos que pueden suceder a lo largo del proyecto, como riesgos financieros, pérdidas, presupuesto, desastres naturales o ciberseguridad. Pero, generalmente, los objetivos principales de un plan de gestión de riesgos son:
- Identificar riesgos empresariales y determinar sus consecuencias.
- Reforzar la respuesta de la empresa.
- Reducir, transmitir o aceptar el riesgo.
- Generar un informe de respuesta para la toma de decisiones para los posibles riesgos.
- Proteger los recursos de la empresa.
¿Cómo se implementa un plan de gestión de riesgos?
No en todos los proyectos es necesario crear un plan de gestión de riesgos. Para un proyecto de pequeñas dimensiones tan solo es necesario mantener informado al equipo y a los empleados de los posibles riesgos a los que se tendrían que enfrentar y cómo hacerlo. En el caso de ser un proyecto más grande, novedoso o que involucre a más miembros de la empresa, sí sería recomendable implementar un plan de gestión de riesgos.
Para crear un plan de gestión de riesgos eficaz es recomendable tener claros cuatro componentes básicos:
Determinación del riesgo
En esta fase se establece cómo se debe identificar el riesgo y se dan las pautas necesarias para afrontarlo correctamente. El personal debe estar preparado para resolver cualquiera de los riesgos que surjan durante el proyecto.
Valoración del riesgo
En este momento se evalúa la magnitud del riesgo y se clasifica según su prioridad. Con una matriz de riesgos la empresa puede identificar el impacto y los efectos que puedan tener, tanto en corto, como en largo plazo.
Atenuación del riesgo
Dependiendo del riesgo la actuación del equipo será diferente. Este paso se encarga de disminuir o modificar la importancia del riesgo que se presente, hasta hacerlo desaparecer.
Control del riesgo
Cuando el riesgo está identificado y atenuado, es fundamental mantenerlo supervisado para evitar que vuelva a aumentar o a aparecer. Lo ideal es que se mantenga por debajo de un nivel de magnitud que haya establecido la empresa.
¿Por qué es importante un plan de gestión de riesgos?
Tener un plan de gestión de riesgos tiene muchos beneficios. Gracias a estos planes, las empresas cuentan con la seguridad y confianza de los clientes y de los propios empleados. Existen muchas ventajas, pero entre las más importantes encontramos:
Mejora en la organización
Al recoger todas las actividades de riesgo en un mismo lugar todos tienen acceso a la información necesaria en cualquier momento.
Mayor control de la seguridad
Al detectar las vulnerabilidades y amenazas potenciales en los sistemas, un plan completo permite a la empresa ejecutar las medidas necesarias para enfrentarlas.
Eficacia y cumplimiento de la normativa
Un plan de gestión de riesgos también aborda todos los temas de protección de datos, leyes y seguridad que deben cumplir las empresas y que pueden significar un riesgo para el funcionamiento de los proyectos.
Más confianza y enfoque proactivo
Un plan proactivo hace que el equipo se adelante a los riesgos posibles y responder con rapidez. Esto hace que el proyecto se desarrolle con continuidad y eficacia. Además, tener un plan de gestión de riesgos significa que la empresa tiene la capacidad y los recursos para cubrir esos riesgos, por lo que da confianza a los clientes y puede marcar la diferencia en el mercado.
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